¡Vale callampa... v2.0!
Cuando leyeron mi artículo ¡Vale callampa…! en La Pintana verde… Y pensaron que esa exquisita producción iba a quedar allí, sometida al escarnio de ávidos degustadores de champignones ostras… ¡Se equivocaron…!
Hacía un par de meses que la producción estaba detenida porque no contábamos con esporas… y se acercaba la visita de la Ministra de Medio Ambiente y queríamos que viera nuestra producción en la champignonera construida con neumáticos y ofrecerle una degustación…
A pesar de nuestro empeño fue imposible conseguir esporas de Pleurotus ostreatus porque estaban agotadas… Por suerte, nos conseguimos de shiitake y con eso armamos nuestros “ladrillos” y pudimos hacer una demostración de la champiñonera funcionando…
El shiitake, cuyo nombre científico es Lentinula edodes, obtiene su nombre común del japonés, formado por las palabras take, que significa “seta”, y shii, que alude al árbol sobre el que suele crecer, el Castanopsis cuspidata, una variedad de roble… Otras denominaciones son: xianggu, lentinula, pasania fungus, hua gu y dongo.
Se trata de una preciosa seta saprófita que crece sobre materia en descomposición, sobre todo madera de roble, pero también de eucaliptus, haya o encina… Para su producción nosotros utilizamos aserrines de álamo, graevillea y pimiento. Luce un bonito sombrero beige y marrón, de tacto suave, que en la naturaleza puede llegar a alcanzar 25 centímetros de diámetro. Actualmente, es el segundo hongo más cultivado en el mundo.
Constituye una buena fuente de nutrientes, conteniendo ocho aminoácidos esenciales, tiamina, riboflavina, niacina, fibra dietética y enzimas. También contiene ergosterol, que en presencia de luz solar, se convierte en vitamina D. En la antigua China, los médicos conocían el poder de este hongo y lo utilizaban como un alimento activador de la fuerza vital, que proporcionaba longevidad, protegía el sistema inmune y como preventivo en problemas gastrointestinales, hepáticos, circulatorios y en resfriados o gripes, hoy en día tan de moda…
El shiitake es una verdadera exquisitez gastronómica… Sus aromas son profundos, de tierra, humo, caramelo, melazas y nuez moscada. Se pueden cocinar al vapor, asados, en guisos, sopas y cocidos o como ingrediente de tortillas y rellenos. En la cocina, los frescos serán en todo más suaves y delicados que los secos, pero igualmente sabrosos. Para cocinarlos, los shiitakes secos deben ponerse en remojo en agua templada toda la noche. Si se van a añadir a una sopa o guiso caldoso, pueden incorporarse tal cual, pero teniendo en cuenta que deberán cocinarse mucho más…y aún así resultarán siempre algo más duros…
¡Y ahora me disculpan… me está esperando una deliciosa tortilla de Lentinula edodes recién cosechados… Hmmmm… Ñjam… Ñjam…! ¡Bon apetit…!
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