Rabia en La Pintana
Durante la semana pasada pudimos comprobar en la práctica cómo funcionan en La Pintana, las medidas epidemiológicas de contención, cuando se detecte algún caso positivo de rabia animal. En efecto, los procedimientos, a cargo del Departamento de Salud Ambiental de la Dirección de Gestión Ambiental (DIGA) se cumplieron a cabalidad, desde las medidas de prevención y control hasta las de contención, pasando por la detección de un murciélago positivo del virus de la rabia, en una casa de la Villa Huertos José Maza de La Pintana.
La principal actividad es la prevención y por tanto la disminución de los riesgos por exposición a los reservorios o posibles portadores del virus de la rabia. Ya lo mencionaba en mi artículo Irresponsable mascotismo en el blog La Pintana verde, que la gran población de mascotas es un factor de riesgo.
Cuando los moradores de la vivienda observaron la presencia de murciélagos y uno de ellos, aislado por sus congéneres fue capturado, rápidamente se puso en marcha el procedimiento y personal de la DIGA envió el ejemplar al Instituto de Salud Pública (ISP) para su análisis. Habiendo sido confirmado positivo, de comunicación epidemiológica obligatoria, se inician las acciones de contención y en la misma semana son vacunadas todas las personas que habitan la casa y las que pudieran haber estado en su cercanía. También se vacunan con Nobivac Rabia, todos los caninos y felinos de los alrededores. Como el sector es poco poblado, la vacunación no superó los veinte ejemplares.
Debido al éxito de las acciones de vigilancia epidemiológica y al pronto actuar de los organismos involucrados: Municipalidad, ISP y SEREMI Metropolitana de Salud que durante la misma semana controlaron la situación, conviene estar informados cuál es la real situación de la rabia en Chile y repasar las medidas que deben tenerse en cuenta para estos casos.
Y me propongo partir, por conocer algo mejor a los murciélagos, mamíferos del género quirópteros, y ofrecer argumentos para que estos animales dejen de ser tan odiados y temidos. De todos los animales que viven en la ciudad, los quirópteros son los más desconocidos y a menudo, maltratados. Más allá de la leyenda, del miedo ancestral a la oscuridad y a sus criaturas, la noche no es solo el silencio que escuchamos.
Los murciélagos son los únicos mamíferos que han conquistado el aire y están dotados para poder volar como los pájaros. Las alas se han desarrollado a partir de un alargamiento del antebrazo y de los dedos de la mano entre los cuales se tensa una membrana que une las extremidades y permite así el batido que caracteriza el vuelo. Pero su característica más interesante, y a la vez fuente de numerosas leyendas y patrañas, es el hecho de poder volar y vivir en plena oscuridad. La adquisición de esta facultad les ha permitido ser los amos de la noche y poder vivir dentro de las entrañas de la tierra. A todas estas facultades, hay que añadir que pueden pasar meses enteros sin comer gracias a las reservas acumuladas durante los períodos de actividad. Además, tienen la capacidad de hibernar en cuevas, entretechos y troncos agujereados; algunas especies lo hacen en grupos numerosos, otras en pequeños grupos y algunas en solitario.
Cuando algún individuo enferma, para evitar el contagio masivo, es la misma colonia la que los aísla y los separa. Tal es también el caso de los infectados con el virus de la rabia.
La mayoría de las especies en Chile son insectívoras, aunque también las hay hematófagas. Los murciélagos están protegidos por Ley, debido a su valioso aporte ambiental y ecológico en el control de plagas de insectos nocturnos como polillas y zancudos.
La importancia de los animales silvestres en la transmisión de la rabia en Chile data de 1985, cuando se detectó por primera vez rabia en murciélagos insectívoros de la especie Tadarida brasiliensis.
Hasta ese momento todas las acciones del Programa de Control y Prevención de Rabia estaban focalizadas sobre las especies domésticas, principalmente sobre los perros, existiendo un total desconocimiento de la presencia de la rabia en la fauna silvestre. Esto obligó a ampliar las acciones de vigilancia epidemiológica hacia esas especies. Ese programa fue orientado a tres importantes objetivos: primero, reducir la población canina; segundo inmunizar masivamente a los perros y finalmente aumentar la cobertura del diagnóstico de rabia, tanto en animales sospechosos como a través de la vigilancia epidemiológica activa. La efectividad de las medidas adoptadas se hizo evidente a partir de 1962, al producirse una disminución drástica de los casos de rabia.
Pese a que sigue siendo un problema endémico en el mundo, Chile ha experimentado cambios epidemiológicos radicales en las últimas décadas. Tanto las cifras de contagio como las fuentes rábicas se han modificado
Desde 1955 y hasta el año 2002, el uso de la tradicional vacuna "Fuenzalida-Palacios" dentro del Programa de Control y Prevención de la Rabia, ha hecho que esta zoonosis presente una disminución significativa en nuestro país. Los datos muestran una evolución desde una forma endémica, entre1950 a 1960, con numerosos casos humanos y animales; a la presentación de casos esporádicos en 1970; y finalmente a la ausencia, desde 1972, de casos humanos por la variante canina.
En las últimas décadas en Chile se han reportado sólo 2 casos de rabia humana. El primero en Chillán en 1972 y el último en Rancagua en 1996. El último caso ocurrió en un niño de siete años, sin antecedentes de mordedura o exposición al virus. La fuente de infección identificada fue un murciélago no hematófago encontrado entre sus juguetes.
Algunas de las medidas que los vecinos deben considerar son:
1. Vacunar obligatoria y anualmente a sus mascotas.
2. Mantener a sus mascotas al interior de los domicilios.
3. Si saca a sus mascotas a la calle debe llevarlas con collar y correa de sujeción.
4. Aprender a convivir, perder el miedo y proteger las especies de murciélagos existentes en el país. La existencia de colonias no implica contagio con el virus de la rabia.
5. Si un murciélago ingresa a su hogar evite capturarlo con las manos desnudas usando guantes y otros elementos de protección.
6. Si lo atrapa llévelo o llame para su retiro a la Municipalidad; a la SEREMI de Salud; o al ISP. También puede contactarles para la toma de muestras y posterior verificación, para descartar la presencia de rabia.
En el próximo artículo comentaré sobre la rabia, el virus que la provoca y de la vacunación antirrábica.
¡A informarse, a prevenir y a perder los temores…!
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