Vacunación antirrábica
Como pudieron apreciar en mis artículos “Rabia” e “Irresponsable Mascotismo“, la prevención es una de las actividades más importantes para evitar la rabia, muchas veces también llamada hidrofobia, por la repulsión que sienten los animales infectados por el agua.
Durante esta semana continuamos con las vacunaciones de los animales faltantes del sector, para completar y contener cualquier posible riesgo, así que ahora comentaré sobre la enfermedad y de la vacunación antirrábica.
La rabia es una enfermedad aguda del sistema nervioso central, la encefalomielitis. No hay cura alguna para la enfermedad y una vez que aparecen los signos y síntomas, es mortal en menos de 10 días. Sin embargo, el período relativamente largo de incubación permite que la terapia de post-exposición sea eficaz si se hace correctamente. Generalmente, es transmitida por la mordedura de un animal rabioso: perros, murciélagos o gatos. Su vía de transmisión puede ser directa o indirecta, por inhalación de secreciones; e incluso a través de trasplante de órganos.
El virus de la Rabia pertenece a la familia rhabdoviridae, género lyssavirus. Los rhabdovirus se caracterizan por su forma de bala. Es muy sensible al calor, a los detergentes ligeros, incluyendo jabones ordinarios y a los desinfectantes, y no puede sobrevivir demasiado tiempo fuera del cuerpo de un animal infectado.
Hay cuatro variantes antígenas. De las cepas de virus actualmente presentes en el país, la mayoría son de la Variante antígena 4 cuyo reservorio es el murciélago. Hay una escasa representación de la Variante antígena 1 cuyo reservorio es el perro. Los murciélagos no hematófagos han actuado como reservorio de la rabia silvestre con anterioridad a 1985 y con posterioridad a este año son los únicos reservorios, conocidos hasta el momento, que han originado casos esporádicos de rabia en el hombre y otros animales domésticos.
Los síntomas de la rabia en los animales pueden incluir una o más de las señales siguientes: excitabilidad; comportamiento o ataques virulentos; el morder sin razón alguna de defensa; agitación; agresividad inusitada; bravura; salivación excesiva y el espumejear legendario por la boca; aversión al agua, de donde se deriva el nombre "hidrofobia"; inhabilidad de tragar o de beber; pupilas dilatadas; disfunción muscular; irregularidades de la coordinación o del paso; parálisis; convulsiones; y eventualmente la muerte, casi siempre en el plazo de 10 días. Estos síntomas se definen como "rabia furiosa"
La rabia es la única enfermedad en que resulta eficaz la vacunación post-exposición gracias al período de incubación inusualmente largo del virus. Todas las vacunas para uso humano contienen solo virus de la rabia inactivado, vale decir, muerto.
Para la vacunación se prefiere vacunas de cultivos celulares, aunque la más utilizada durante mucho tiempo fue la "Vacuna Fuenzalida - Palacios" que fue desarrollada íntegramente en Chile por profesionales chilenos. La misma se cultiva en cerebro de ratones lactantes, los cuales no han formado aún mielina por lo que el preparado está libre del factor encefálico causante de reacciones postvacunales.
En 1954 Eduardo Fuenzalida L., medico veterinario, junto a Raúl Palacios R., cirujano, dieron a conocer esta nueva vacuna antirrábica la que inicialmente fue aplicada solamente en perros. En 1958 fue probada en el hombre, específicamente en 64 voluntarios del Politécnico de San Bernardo, demostrando que los vacunados producían, a los 21 días de la experiencia, suficientes anticuerpos para obtener una buena protección contra el virus rábico; así se confirmó que la nueva vacuna de cerebro de ratón lactante era 50 a 100 veces más eficiente que la vacuna tradicional existente hasta entonces.
En 1960 el Servicio Nacional de Salud de Chile autorizó su aplicación en seres humanos. En 1963 se permitió su uso en Uruguay; en 1964 en Argentina y Perú; Brasil y Venezuela lo hicieron en 1965; Cuba y México en 1967; Ecuador y Guatemala en 1969.
Eduardo Fuenzalida recibió el reconocimiento a su obra en vida. Así México y Brasil le otorgan las máximas distinciones por "Servicios al país" y en Colombia la Condecoración al Mérito Asistencial del Ministerio de Salubridad. El Instituto Pasteur de París le honra con su Medalla de Honor por su importante aporte a la ciencia y a la salud de los pueblos.
Pese a la utilidad que mostró la tradicional vacuna "Fuenzalida-Palacios", presentaba dos inconvenientes importantes:100% de efectividad recién al día 21 de su uso; y reacciones adversas severas. Dado que la vacuna contiene tejido neural y potencialmente mielina, puede ocasionar fenómenos inmunoalérgicos, con reacciones neuroparalíticas como efecto final. La incidencia estimada de estas reacciones es de 1 caso/ 8.000 dosis administradas. En Chile, considerando su uso masivo, el fenómeno jamás fue reportado.
A objeto de disminuir el número de eventuales reacciones neuroparalíticas y conseguir un mayor poder inmunogénico, el comité de expertos de rabia de la OMS ha recomendado la sustitución de las vacunas producidas en tejido nervioso por vacunas producidas en cultivos celulares. Éstas se incorporaron en nuestro país en marzo de 2003.
Las nuevas vacunas Verorab de Aventis Pasteur; Rabipur de Chiron; y Nobivac Rabia, entregan una protección de un 100% a los 7 días de iniciado el esquema, la que permanece sin cambios al año de vacunación. El esquema de vacunación de cinco dosis es: día 0-3-7-14 y 28.