Premios Claudio Friedmann 2007
Ha sido una semana muy activa. Muchas visitas que vinieron a conocer nuestro modelo de Gestión Ambiental Local. Delegaciones de Suecia, Francia y de varios países de América Latina recorrieron nuestros módulos y apreciaron la estrategia de desarrollo que impulsa nuestro quéhacer.
También fue una semana ocupada con las discusiones del presupuesto municipal para el año 2008. Durante la visita que llevó a cabo el equipo directivo —en un intermedio de la discusión— para conocer el procedimiento de la producción de biodiesel a partir de aceites residuales de casa y comercios y su utilización en la astilladora, un compañero de trabajo me comentó que a él le parecía que yo tenía un trabajo muy agradable y muy gratificante… Y que a él le encantaría poder hacer algo así…
No pude hacer otra cosa que encontrarle razón. Ya antes, en otros artículos había mencionado lo gratificante que es mi trabajo como gestor ambiental, principalmente porque los resultados de lo que hacemos se puede apreciar tan claramente, al mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos.
Sin embargo, tuve una muy agradable gratificación durante la cena anual de AEPA, la Asociación de Empresas y Profesionales para el Medioambiente, en el marco de la Expo Ambiental 2007. Allí se entregaron los premios Claudio Friedmann 2007, a quienes destacaron con sus aportes al medio ambiente. Y estoy muy contento, porque uno de los galardones me fue entregado en la categoría Instituciones por mi “aporte al desarrollo sustentable de las comunas de Chile”, segun reza la leyenda grabada en el precioso galvano de cristal.
Agradezco al directorio de AEPA por la distinción y a mi equipo de trabajo, sin el cual, los resultados habrían sido muy difíciles de obtener.
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